Eduardo Sánchez Macías es diputado local por el distrito VIII de Martínez de la Torre. Es primo –gusta presumirlo en eventos sociales— de la presidenta del Patronato del DIF Veracruz, Karime Macías de Duarte, esposa del gobernador.
En el Congreso ocupa una curul del Partido Verde Ecologista de México aunque su militancia y filiación está en el PRI. Asunto de cuotas en la LXIII Legislatura.
Es propietario de Grupo Editorial Sánchez que concentra (al menos eso presume en su sitio web) los diarios El Heraldo de Veracruz, Coatzacoalcos y Xalapa, además del Diario de Tantoyuca, Diario de Poza Rica, Oye Chiapas, Tierra Verde, Diario Martinense, Diario de Tuxpan, El Heraldo Radio Veracruz y la Revista El Heraldo de Veracruz. Todo un emporio.
Integra cuatro comisiones legislativas, una de ellas especial, aunque en ninguna de éstas figura, pues solamente ocupa vocalías.
Pero es en una particularmente en la que su desempeño podría calificarse como desastroso. Se trata de la Comisión de Atención y Protección de Periodistas.
Su acomodo ahí fue quizá natural por su perfil empresarial, que no obligadamente significa que conozca el terreno del oficio periodístico. Sabe negociar convenios publicitarios con gobiernos, cobrar, administrar esas fuentes de ingresos, pero jamás ha hecho periodismo.
Por estas fechas Eduardo Sánchez Macías ha tenido que enfrentar denuncias laborales interpuestas en contra de su grupo editorial.
Con la excusa de recortes por insolvencia a causa de la cancelación de convenios, ha despedido a gran parte de su plantilla laboral.
Lo ha hecho en distintos momentos, en los diferentes medios que posee. Inició en Veracruz, luego Córdoba y en Xalapa.
En 2014, hacia finales del año, enfrentó las primeras denuncias públicas y laborales ante la Junta de Conciliación y Arbitraje por despido injustificado. En diciembre uno de los despedidos fue a gritarle al Congreso “Eduardo, ya páganos”.
Apenas al comenzar octubre de este año, una de sus empleadas Leticia Cruz, del noticiario de radio digital El Heraldo Veracruz, fue cesada sin el pago correspondiente por finiquito contractual.
Le pagaban por prestación de servicio 750 pesos quincenales. Leticia Cruz reclamó 6,000 pesos de indemnización, mientras que el área jurídica de la empresa ofreció solamente 1,500 pesos. Al final concilió una cantidad superior.
Este lunes un nuevo abuso laboral fue denunciado públicamente.
En la nota de MARCHA firmada por Osiris Muñoz se lee:
“Fue despedido otro trabajador del noticiario de radio digital El Heraldo de Xalapa, propiedad del diputado local Eduardo Sánchez Macías, quien además es integrante de la Comisión de Protección a Periodistas del Congreso.
“Se trata de José Haniel Domínguez Aguilera, quien se desempeñaba como productor, quien acusó que él se convirtió en el cuarto periodista que es despedido de manera arbitraria por el legislador.
“Dijo que la denuncia pública es para evidenciar que al interior de esa empresa han ocurrido despidos injustificados y sin indemnizaciones, pues les piden firmar ‘renuncia voluntaria’ con carácter de irrevocable”.
“Declaró que él fue despedido el pasado 29 de septiembre, juntó con cuatro personas más que han decidido interponer una queja ante la Junta de Conciliación y Arbitraje de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, con el fin de que se respeten sus derechos.
“Llevaba cinco años trabajando en El Heraldo; sin embargo la administradora de la empresa, María del Socorro López, le notificó que por falta de recursos y convenios con el gobierno del estado su salario tendría que ser reducido y en su caso tendría el derecho de solicitar su renuncia.
“‘Yo me negué rotundamente y por ello se me negó la entrada a las instalaciones quedando objetos personales dentro de la empresa, los cuales no se me devolvieron, se trata de cables, micrófonos y cámaras, que ahora la empresa se quiere quedar’”.
Sánchez Macías se burla del gremio periodístico y de su ejercicio. Pero se lo permite la autoridad laboral como a cualquier empresa. De ahí que lo continuará haciendo.
Lo que no deben dejar de hacer los trasgredidos es denunciarlo, pública y laboralmente, pues sólo así se exhibirá a este político oportunista que tiene configurado en su cabeza al reportero con el símil de un kleenex.
Pero que lo entienda Eduardo Sánchez, los periodistas no son desechables; en cambio, su corta carrera política sí, y tal vez su grupo editorial corra con la misma suerte al concluir el sexenio que lo convirtió en un editor próspero.
La periodista Verónica Huerta de avcnoticias.com.mx hace un recuento de los casos en los que integrantes de los medios de comunicación de Veracruz se han visto afectados en su patrimonio e integridad física presuntamente por la delincuencia común.
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Los robos a casa habitación y a los automóviles de periodistas, así como asaltos, pareciera que se convirtió en una constante, pues tan sólo en la capital del estado ocho reporteros y dos fotorreporteros sufrieron los estragos de que amantes de lo ajeno invadieran su intimidad para arrebatarles sus pertenencias, además de otros tres en el puerto de Veracruz.
De acuerdo con las denuncias presentadas ante el Ministerio Público y a través de las redes sociales, los malhechores ingresan a los hogares de los periodistas para llevarse computadoras, memorias, cámaras fotográficas, iPads, tablets, pantallas y teléfonos celulares, principalmente.
En el 2014 y en lo que va de 2015, algunos periodistas se vieron obligados a cambiar de domicilio ante el inminente temor de sufrir una vez más las pérdidas económicas, pero sobre todo de salvaguardar su integridad y la de sus familias.
Aurelio Contreras, columnista
El último caso ocurrió la tarde noche del domingo en el domicilio del periodista Aurelio Contreras cuando los maleantes ingresaron para llevarse dos computadoras, las cuales contenían información y fotografías recopiladas durante años en su ejercicio periodístico.
Anteriormente, Aurelio Contreras fue víctima de la delincuencia en febrero del 2014, cuando en su departamento ingresaron los delincuentes para llevarse una computadora laptop y un iPad, además se orinaron en el baño y dejaron un cuchillo enterrado en la cama.
En el primer robo al periodista Aurelio Contreras decidió no poner una denuncia ante el Ministerio Público por temor, debido a que el acto fue más allá al encontrar el cuchillo clavado en la cama.
Jair García periodista en La Jornada
En los últimos seis años el periodista ha sufrido cuatro robos. El primero lo sufrió hace seis años, cuando aún laboraba como reportero en el Diario de Xalapa. Los amantes de lo ajeno ingresaron a su hogar y se llevaron objetos de valor.
Al siguiente año a Jair García le robaron el automóvil, por lo que sí interpuso denuncia ante el Ministerio Público, pero no hubo justicia.
“Uuuy, pues hace seis años se metieron a mi casa y hace cinco robaron el carro”, expuso.
Para el año 2014, Jair García había estacionado su carro a una cuadra del Palacio Legislativo para acudir a cubrir la sesión del Congreso local; cuando regresó encontró el carro cristaleado y su computadora se la habían robado.
Para finalizar, en junio de este 2015, los cristales del automóvil de Jair García fueron rotos, sin que le robaran nada.
Yamiri Rodríguez, periodista y conductora de noticias de Radio Capital
En junio y septiembre del año 2014, la periodista Yamiri Rodríguez fue víctima de dos supuestos robos en su casa, en ambos casos puso denuncia ante el Ministerio Público y en ninguno de los casos encontraron a los presuntos culpables.
Informó que en el primer robo los asaltantes rompieron la chapa de la puerta del balcón y en la segunda vez rompieron los fierros de la protección de la sala.
“Llegó Servicios Periciales, me pidieron hasta para la gasolina porque no tenían, tomaron huellas, hicieron un show en mi casa. Y a los tres meses que me volvieron a robar, puse otra denuncia y no ha pasado nada, no sé si prosperó o no prosperó, no hay investigaciones”, expuso.
Para la mujer periodista estos actos más que un robo se trató de un acto intimidatorio o amenaza, porque en el primer caso no se llevaron nada de valor de su casa y en el segundo sólo unos aretes de fantasía.
“Me apoyaron de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas y en la Fiscalía de Atención a Delitos contra Periodistas, pero no ha pasado nada, no han dado resultados”, dijo.
En el fraccionamiento donde vivía la periodista, todos los vecinos sufrieron la invasión a sus hogares para llevarse sus pertenencias, pero en su caso los malhechores no hurtaron.
Yamiri Rodríguez aclaró: “se me hace muy raro que en la primera vez sí había cosas para que me robaran, y en la siguiente ocasión también, pero no se las llevaron. Corrí con la suerte de que no se llevaran nada. No sé si fue una intimidación o corrí con la suerte de los vecinos de que se metieran a robar”.
Israel Roldán, periodista de Marcha
El 6 de abril del presente año el jefe de información del periódico Marcha dejó estacionada su camioneta a la altura del Teatro del Estado, alrededor de las 21:00 horas, y cuando regresó a los 50 minutos los delincuentes se habían llevado un iPad y una computadora.
Cuando el periodista acudió a interponer la denuncia ante el Ministerio Público por el robo sufrido las autoridades exigieron las facturas de los aparatos electrónicos, de lo contrario no procedería la investigación.
“Francamente ya no tenía las facturas, me dijeron que regresara cuando tuviera las facturas y pues ya no puse la denuncia. Los daños ascendieron a 40 mil pesos porque además tuve que pagar los cristales de la camioneta y componer (el sistema) eléctrico”, detalló.
El periodista lamentó que el daño se llevó a cabo en un lugar ubicado a 100 metros de la Dirección de Transporte Público, el cual regularmente está custodiado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.
“Me quedó la duda si el robo fue por mi ejercicio periodístico o es porque fue parte de la numeralia de robos en la ciudad. Sí me pegó fuerte porque iban archivos del ejercicio diario periodístico, pero me queda la duda, por la coyuntura que están padeciendo los reporteros en Veracruz, me causa extrañeza, sospecha, que (los robos) sean enfocados a los reporteros”, indicó.
Perla Sandoval, periodista de la Agencia AVCnoticias
En junio del presente año, en el municipio de Banderilla, la periodista Perla Sandoval salió de su domicilio por espacio de dos horas para acudir a una reunión familiar, a su regreso, en su hogar no encontró las computadoras, el iPad, pantallas de televisión y memorias donde almacenaba sus trabajos periodísticos.
La reportera interpuso de inmediato la denuncia ante el Ministerio Público y a partir de ahí, según lo define ella, vivió una semana de “martirio” ante la burocracia en cómo las autoridades manejaron su denuncia.
La reportera informó que sintió temor cuando acudió a una audiencia en la que presentaron a los supuestos delincuentes que habían hecho daño económicamente a ella y su familia.
“Nos dio miedo porque el joven que nos presentaron nos vio la cara, nos conoció, ahí estaba su familia con él y todos nos veíamos las caras, no hubo protección, una manera de salvaguardarnos”, indicó.
Jacy Meza y Laura Flores
Así también en Xalapa, en el presente año la reportera Jacy Meza del periódico Notiver y Laura Flores que labora de manera independiente fueron víctimas de robos a sus casas, en las que los amantes de lo ajeno se llevaron aparatos electrónicos.
También se anota el caso del reportero del Diario de Xalapa, Raymundo León, que en dos ocasiones entraron los rateros a su domicilio y en una de estas ocasiones golpearon a su esposa, quien trató de oponerse al daño.
Hylcia Trujano gravemente herida al oponerse al asalto en su casa
La reportera de radio Hylcia Trujano de Olivanoticias fue gravemente herida con arma blanca cuando en agosto del 2014 un sujeto ingresó a su domicilio para intentar robarle, pero ella se opuso e intentó salvar la vida de su menor hija y su madre.
Éste forcejeo con el presunto delincuente ocasionó que la reportera y su madre ingresaran al Centro de Especialidades Médicas “Dr. Rafael Lucio”, a fin de que los médicos le salvarán la vida.
Fotoperiodistas Oscar Martínez de AVCNoticias y Alberto Delgado del Diario de Xalapa
Además, está el caso de los fotosperiodistas Oscar Martínez a quien le robaron de su automóvil instrumentos de música y a Alberto Delgado, quien se quedó sin su motocicleta, vehículo que ocupaba para trasladarse en su rutina de trabajo.
Rosalinda Morales del periódico Imagen
Otro caso es el de la periodista Rosalinda Morales, que mientras se encontraba trabajando, los amantes de lo ajeno ingresaron a su domicilio para robarle; sin embargo, no quiso interponer denuncia ante el Ministerio Público debido a que son trámites que no conducen a resultados positivos.
Puerto de Veracruz, el fotoperiodista Félix Márquez
En el puerto de Veracruz se documenta el robo a la casa habitación del fotoperiodista Félix Márquez de la agencia Cuarto Oscuro, AP y AVCnoticias en enero del año 2014.
De acuerdo con Félix Márquez, los malhechores ingresaron por el techo de su domicilio, robaron computadoras y cámaras y dejaron en desorden su casa.
Aracely Baizabal de Telever
En febrero de este 2015, la presentadora de noticias de Telever, Aracely Baizabal denunció a través de su cuenta de twitter el robo de dos llantas de su camioneta: “@abaizabal45, @srio_sspver Así amaneció mi camioneta , a una cuadra del boulevard. Coraje lo que pasa en mi bello puerto”.
Rogerio Pano conductor de noticias de Telever
El 15 de febrero en plenos festejos del Carnaval de Veracruz, el conductor de noticias de Telever (Televisa-Veracruz) Rogerio Pano acudió con su esposa Luceldy Morales y su cuñado Alfieri Morales a cenar unos tacos en un establecimiento cercano a la Escuela Náutica Mercante Fernando Siliceo.
Al encontrarse en la taquería, tres hombres los intimidaron con un arma blanca en mano y arremetieron contra Luceldy Morales para robarle su teléfono celular, al ver esto, su hermano Alfieri se interpuso y resultó gravemente herido.
Estos son algunos de los casos de los periodistas que en los últimos dos años sufrieron asaltos y robos, en la mayoría de estos, la Fiscalía General del Estado no ha detenido a los culpables y en otros más las víctimas se negaron a denunciar ante la burocracia y pérdida de tiempo que representa iniciar una averiguación previa sin resultados. “Denunciar es pérdida de tiempo, te hacen dar vueltas, no te devuelven tus cosas y no agarran a los culpables”, coinciden los periodistas.