Un baby shower volvió a exhibir la insolencia de los comisionados del Consejo General del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información.
Sí, un baby shower. Un evento social de éstos que se llevó a cabo en el salón del pleno del IVAI. La historia la contó la reportera Leticia Rosado en el portal de noticias radiover.info en una nota que titularon: “Utilizan edificio del IVAI para hacer baby shower”.
La comisionada presidenta Yolli García Álvarez obligó a las empleadas a asistir a la reunión, en día y horario laboral, con regalo en mano obligatorio, por tratarse del festejo de una integrante de su ponencia.
Al margen del texto una fotografía en la que se ve la mesa de pleno decorada con bocadillos y globos en rosa pastel.
La información habría quedado como un asunto anecdótico de no ser porque los comisionados del IVAI se están acostumbrando a realizar situaciones vergonzosas sin que ocurra algo.
Pareciera que la presidenta Yolli García o el resto de los comisionados, Fernando Aguilera y José Rubén Mendoza, pueden cometer actos irregulares sin que sean sancionados porque no dañan el patrimonio del instituto.
Si ese fuera el argumento, posiblemente el Congreso del Estado, quizá el Orfis, debería en este momento revisar otro acto que sí causa agravios al IVAI, no como el baby shower.
Hace unas semanas el comisionado Fernando Aguilera pidió la renuncia de otros empleados con cargos operativos medulares.
Una de las remociones se obligó en el área de nóminas. Cada que se llegaba la quincena, por encargo de Aguilera asistía alguien diferente para hacer los pagos.
En más de una ocasión se hicieron mal, se dejaron de pagar impuestos, lo que provocó multas del Servicio de Administración Tributaria.
De ahí que las omisiones y actos irregulares en el IVAI, sean los que sean, deben comenzar a sancionarse o de lo contrario los desvergonzados comisionados van a heredar un esqueleto de instituto que alguna vez se pensó provocaría cosas buenas para Veracruz.
Si alguna instancia no pone orden, García, Aguilera y el priista Mendoza van a desacreditar -todavía más-, al órgano garante de la transparencia.
Por cierto, si usted lector es de los que tiene como práctica preguntarle a las dependencias de la administración estatal sobre información pública, ni se esfuerce en estos días, pues sepa que el sistema Infomex se quedó sin operador también por las pistolas de Fernando Aguilera.